Cómo preparar el orégano
El orégano, una hierba aromática originaria de la cuenca mediterránea, ha sido utilizada por siglos en la cocina para su sabor único y sus propiedades medicinales. Preparar orégano no es solo una cuestión de cocinar, sino también de cultivar y secar adecuadamente para preservar su esencia. A continuación, te mostramos cómo preparar el orégano de manera efectiva.
1. Cultivar el orégano
El primer paso para preparar el orégano es cultivarlo. Puedes hacerlo en un jardín o en macetas en interiores. El orégano prefiere suelos bien drenados y suelos arenosos. Coloca las semillas en el suelo y mantén la humedad hasta que las plántulas aparezcan. Una vez que las plantas alcanzan una altura de unos 10 cm, puedes comenzar a trasplantarlas al jardín o mantenerlas en macetas.
2. Cuidar el orégano
El orégano es una planta que requiere poco mantenimiento. Riega regularmente, pero evita que el suelo se encharque. Asegúrate de mantener el suelo bien drenado y proporciona abono orgánico cada dos meses para mantener las plantas sanas y vigorosas. Recorta las hojas superiormente para fomentar el crecimiento de nuevas hojas y mantener la planta en forma.
3. Recoger las hojas de orégano
Para recoger las hojas de orégano, espera hasta que las plantas tengan una altura de al menos 20 cm. Usa tijeras de podar o un cuchillo afilado para cortar las ramas en la base. Las hojas de orégano se pueden recoger en cualquier momento del año, pero es mejor hacerlo durante el verano cuando la hierba es más aromática.
4. Secar el orégano
Después de recoger las hojas de orégano, es importante secarlas correctamente para preservar su sabor y aroma. Puedes secarlas al aire o en un deshumidificador. Coloca las hojas en una superficie plana y seca, como una rejilla de cocina, y déjalas secar durante 1-2 semanas. Revísalas regularmente y retira las hojas que se hayan marchitado.
5. Moler el orégano
Una vez que las hojas de orégano estén completamente secas, moléllas en un molinillo de café o un mortero para obtener polvo de orégano. El polvo de orégano es más concentrado en sabor y aroma que las hojas enteras, por lo que es ideal para sazonar alimentos.
Preparar el orégano puede parecer un proceso laborioso, pero el esfuerzo merece la pena al obtener una hierba fresca y aromática para sazonar tus platos. ¡Disfruta de su sabor único en tus recetas favoritas!
